Espíritus de las bajas latitudes, del frío en los huesos.
Espectros de hielo rondan descalzos por tu cuarto.
Algunos botones se descocieron y rodaron sobre la cama.
Otros cayeron al suelo.
Nativos del sur, de la isla de los grandes fuegos.
Donde la nieve no despabila, el cielo es gris.
Almas azules de tiempos pasados corren alrededor de tu eje.
Y pisan tus botones.
La piel se eriza, la escarcha conquista tus pies.
Dedos helados. Pasos flojos.
Sangre tibia chorreando por tus piernas.
La nieve no despabila, pero quema.
Espectros que se ríen.
Espíritus que se comen tus botones de colores.
La escena se convierte en un universo bien parecido.
Donde vos sos nada. Y ellos, dioses circenses de tu pesadilla.
Gritan mientras corren, gritan y abren sus bocas.
Como si fueran a comerte. Vivo. Con la carne cruda aún.
Y vos, sentado en medio de tu cama.
Tus piernas, la sangre.
Tus botones, la carne.
7 commentaires:
Qué hermoso wada!, qué sutileza...Me encanta...me encanta cómo escribis..
Te quiero mi vida! Te extraño!
Un saludo de Ushuaia, quedan restos de nieve aún.
Iba a felicitarla por el texto. Y eso hago, me gustó.
Me hizo frío en su poema.
Quién no se ha sentido un dios circense de la pesadilla de alguien?. La escena se plasma en la manifestación del pensamiento del Yo/tú .. nosotros? Si es que algo así podría existir.
Wachi, ya estaba muy triste; el triste me arrojó aún más a padecer el ser la pesadilla de algún Dios lejano.
Besos.
Á
cuando puse triste por segunda vez, quise decir texto.
Aunque dado el contexto, c´est la meme chose
El texto y lo triste son una y la misma cosa.
Fiuu que ofri. Gusto a metal. Me hizo acordar a lo ques estoy leyendo: el empalador D.
Santi, gracias piojo. NO sabés cómo te extraño. Besos.
El simón dice y Mumiç, gracias. Al lado del texto les dejé una frazada... no vaya a ser cosa que se resfríen.
À, no era mi intención entristecerlo aún más. Espero que esté bien.
Ocultoenelsilencio, en este caso si, el texto y lo triste se unieron y son uno. :S
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