Cómo hacer que me entiendas, amigo.
Sólo lo miré y así estoy.
Sólo lo miré y quise reírme.
Sólo lo miré y volvió la revolución.
No, no es por un revolcón.
Esta es otra sensación.
Cómo explicarle a él, lo que siento.
Sólo lo pensé y me convencí.
Sólo recordé y entendí.
Sólo cerré los ojos y besé su boca.
Sólo lo soñé una vez más.
Y estos sueños, espero,
se vuelvan pronto realidad.
3 commentaires:
muchas gracias por pasar por mi blog, y si el mio te pareció confortable... el tuyo lo calificaría como un cinco estrellas... muy acogedor.
A tu pregunta, despecho y cruda realidad, son dos cosas que aveces van de la mano ¿no te parece?.
no nos vayamos por las ramas, para variar, este texto tmb me pareció fantatico, aunque "solo lo miré"... mil disculpas, pero en estos días no ando con mucho tiempo, pero te prometo una lectura mas detenida como se merece.
un beso
Nico (desde uruguay)
los sueños a veces nos quitan el sueño y otras nos invitan a seguir durmiendo...
lo que está bueno es que siempre que soñemos, quedamos a salvo de la realidad, hasta que paradójicamente nos devuelven a ella, cada tanto con un sacudón.
Sueñe, amiga, sueñe. Alevosas esas miradas revolucionarias.
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