A veces, cuando te leo
me acuerdo
de cuando vos, y yo,
eramos nosotros.
Y me pregunto,
si en esta puta ciudad.
O en cualquier otra,
acaso he de encontrarte.
Encontrarte, en otra forma,
que me beses
en la sombra,
que no abomba.
A veces, cuando te veo,
me río por dentro
y pregunto:
¿Qué pasó con el deseo?
Deseo que ya he olvidado,
en algún lugar
quedaste clavado.
Justo ahi, cerca del pasado.
A veces, cuando te leo,
vienen fotos, de momentos.
Me gustaban esas manos,
me gustaba tanto tu pelo.
Tu pelo se fue flotando,
como el amor
que, caminando,
de a poco se fue gastando.
Y en una cajita urbana,
sin rencor guardé tu alma.
Tus besos, y tus perfumes.
El olor a un dulce lunes.
2 commentaires:
Tiene un fuerte olor nostalgizante y al mismo tiempo brilla en un color tristalizado... ¡Animus vivus!... ¡que la vida termina hasta el último out!
Clairement Tony.
Hasta que los ojos se nos cierren.
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