Estaba peligrosa y lo sabía. Eran épocas lunares de revolución recurrente. Eran épocas de resoluciones, de soluciones y despeje.
Asomó una pierna entre las sábanas. Abrió primero un ojo, frotó su mano en el otro y vió por completo un sol nuevo.
Supo desde ese momento que venían tiempos peligrosos. De cambios.
Las últimas noches la habían preavisado. Preocupado. Pero sobre todo, la habían sorprendido. Estaba filosa, lo sabía. Y eso era lo peligroso.
No iba a resignarse del viejo pensamiento, pero tampoco quería dejar de intentar bailar el rojo tango de la pasión; y menos aún, resignaría la satisfacción de mojar sus pies en la laguna verde.
Había florecido aunque no lo sabía. Y eso, era aún más peligroso.
"...Algo se enciende en el alma cuando el corazón se acalambra. Y al mismo tiempo, otro corazón se apaga..."
Terminó de escribir y se vistió. No quería dejarle al agua de la ducha ese olor a sábanas dormidas de diez de la mañana.
Tampoco se recogió el pelo. Siquiera lo peinó. De alguna manera sabía que ese día habría de sorprenderla; y aunque tenía la certeza de que sus labios volverían a empalidecer, tomó un café con leche y salió a la calle.
5 commentaires:
y nada somos sin la suerte, niña... aunque hable de cambios, de lunas que se hacen soles, de caminos nuevos o no tanto, o de renovadas esperanzas que aparecen de la nada y se agitan en el aire que deja de ser denso.
besote!
Viste!!!!!... que bueno que esta de golpe venir teniendo dias nublados como paso la semana pasada, y que de golpe un dia salga el sol y este con clima agradable... es lo mejor que puede pasarnos.
Saludos desde alguna de las barrancas.
A mi la luna también me afecta. Y mucho. El otro día por ejemplo compré flores. Ojo, no siempre me agarra tan romántico. Haré un post sobre esto. Y si, Wachi inspira.
Le he envíado un mail desde una dirección temporal.
Lealo por favor
abrazo de gol
NÑ
Julieta: estamos echados a la suerte, hechos de la suerte y la combustión. Muy cierto. Un beso.
ljt: supongo que es buenísimo. Es buenísimo. Todos los días se entreabre una puerta, pero si no salimos de la cama, es difícil que podamos terminar de abrirla.
Ladelmono: ¡Cómo me gustaría, al menos, saber su nombre! Ya sé, tal vez sea mucho pedir. Me pregunto, ¿las flores eran para usted?. Me re re pregunto, ¿deberé cobrar la inspiración? jajaja. Gracias Mono, es usted un caballero.
Espinilla: he leído su mail, el cual contestaré en breve.
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