¿Cuál es el plano sobre el que debo pararme ahora?¿Hasta dónde las palabras que recibo son reales, y hasta dónde corren bajo un compromiso implícito creado por el arraigo de la unión de los cuerpos?¿Cuál sería el sentimiento correcto?
No es cierto, nada es cierto.No quiero escuchar más. Esos chascarrillos no me causan gracia. Si empiezo varias oraciones con un "no", es un día poco positivo. Quiero más si, más "up".