jeudi, décembre 28, 2006

Crónica de un amor de correspondencia única

Él también quería enamorarse.
Quería enamorarse.
De nuevo.
De ella.

Ella había dado el manotazo.
El manotazo de ahogado.
Por él.
Él había decidido alejarse.
Alejarse e irse lejos.
De ella.

Ella había intentado entenderlo.
Entender la locura suya
no era posible.
Él creyó en otro amor.
Otro pequeño amor.
Irreal.

Ella empezó a enamorarse.
Enamorarse casi perdidamente.
De un amarillo.
Él estaba cegado por la juventud.
Quería convencerse del amor.
Que aún no había muerto.

Ella miró hacia otro lado.
Y recorrió un nuevo camino.
Donde el sol era destino.
Él había intentado olvidarla.
Olvidarla sin éxito.
A ella.

Él se dio cuenta, había perdido cuenta
que el amor que tanto buscaba,
estaba en ella.

Ella también quería enamorarse.
Quería enamorarse.
De nuevo.
De otro.

6 commentaires:

LLL a dit…

Tan mecanico el amor?

Saludos, desde Barranqueria.

Anonyme a dit…

Quién sabe LJT, hay cada amor dando vueltas....

ladelmono a dit…

La banco Guadita. El amor tiene la tremenda cualidad de pasar de ser lo mejor del mundo a cagarle la vida a uno que quiere estar tranquilo en cuestión de minutos.

Beso y enamórese de usted. Después vea.

Anonyme a dit…

NO es una autobiografía Mono, aclaro porque después oscurece.
Y respecto al comment, creo que sin el amor propio estamos fritos.

ladelmono a dit…

Disculpe si malinterpreté su post. No pude evitar dejar salir un poco de mi vida. Me gustaría leer un poco de su viaje. Si es que ya regresó. Si es que viajó.

Beso francés para usted y su amor propio.

Anonyme a dit…

Mono, deje de meter la lengua por todos lados. jajaja

Prolijo, amarillo es el color que le asigné a determinada persona. Cada uno tiene su color, como su aura, entiende?

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