Hoy tengo sobre mi escritorio [a mi izquierda] un vaso rojo de poder, pasión y sangre, lleno de un verde radiactivo, un verde menta licor.
Hoy tengo sobre mi escritorio [a mi derecha] un azul pocillo de vidrio, ese azul que en una hora más rebalsará de cenizas, de palabras escritas que han nacido siamesas; después de un parto mental que no duele, no sangra, sólo quema, y hace que el escribiente sonría.
Hoy tengo en mis oídos el “ruido” que amo, el sonido de la música que gusto escuchar cuando estoy sola, y el silencio. Sentado un metro detrás de mí.
Hoy tengo un patchouli intenso en los pulmones, un incienso y un jazmín. Olor a vela derretida, olor a penumbras.
En mis dedos, estas suaves teclas de letras sucias, roídas por las huellas de su ama, que las ama. Con el alma.
Sentidos sintiendo, corazón latiendo, teclas tecleando. Palabras que salen, viajan con la vista y se plasman en la pantalla como si las manos fueran el cerebro en mi cuerpo. No pienso, dejo fluir, dejo ser, dejo serme. Y soy, así soy y estoy. Sentada frente a mi aliada, mi princesa partera que retiene mis hijos, mis hijas, mis siameses.
Éxtasis, todo el tiempo vivo el éxtasis. NO. Nadie está hablándote de drogas, de lo que te hablo (hoy), es del fluir de las palabras, te hablo de cuando escribo, de cuando el sonido ambiente, el adrede y el natural se unen; te hablo de cuando cruzo mis largas piernas (me tomé el trabajo de medirlas y orgullosa caminar mis noventa centímetros de piel y hueso, de mujer) frente a mi confesor; te hablo de cuando me hablo y no paro, y mis manos se mueven sobre las teclas sin pedir permiso al “jefe”.
Y te confieso, al final de cada parto, cuando ya miles de hijos salieron de mi mente, sonrío. Sonrío como una madre orgullosa de sus hijos, como una madre primeriza, como una jovencita inocente y desgraciada, como una zorra y como una bruja vil, malvada bruja.
Me detengo un segundo, tengo manos obedientes y bien disciplinadas. Canto alto el estribillo, ahí viene… sonrío porque escucho mi selección de la noche, sonrío porque sé que esto me hace bien. Sonrío, y estoy feliz.
Ahora, el primer cigarrillo. Lo prendo, lo dejo reposando en el azul vidrio. Rebobino la filmación del parto, la miro. Escucho y canto. Más alto. Más sonriente. Beso mi cigarro una vez más, lo dejo descansar un momento. Me distraigo mirando el humo.
A veces pienso que el humo es una gran galaxia, llena de seres pequeñísimos. Una galaxia en la que cien años luz pasan en un segundo terrestre. Y desaparece, y se extingue. Hasta el próximo cigarrillo. Cierro los ojos.
Junto mis piernas sobre la silla y mientras fumo, con los ojos cerrados, imagino cada escena de la canción que escucho. Estoy dispersa, tranquila y sonriente.
Recuerdo las noches en casa, años atrás (no muchos). Noches enteras pariendo palabras siamesas, teniendo hijos e hijas, escuchando mi ruido amado, oliendo a vela derretida, besando galaxias y cantando a gritos. Y bendigo la noche en que comencé a escribir.
Un beso francés de romance clásico; un beso francés impulsivo, robado; un beso francés en Buenos Aires, o en Ushuaia; un beso francés que descubre el horror del amor; y mata fantasmas que no quieren irse; y recibe otros que van a quedarse. Ese que se pierde en el bosque, y detrás de la oreja de cualquier nube. El que roza los labios y la piel, y fertiliza el territorio haciéndolo suyo. Haciéndolo húmedo.
2 commentaires:
voy a intentar redactar como esta futura escritora...no creo q pueda... no es en relacion a lo q publico ella, sino a acontecimientos sucedidos q nos involucran a ambas:
y las palabras fluyeron, directo de mi encefalo se fueron a mi boca y de ahi a mis manos, cuando las veia las notaba ajenas... como podia ser q pensara eso? entonces me di cuenta q no era yo la q hablaba habia alguien mas, era la bronca, el dolor, el sentimiento de perdida el q pensaba eso, y yo le hacia caso, por que? porque era mas facil mandar todo a la mierda q enfrentarme a eso... pero nunca me gusto el camino facil... si ellas siguen diciendo q no todo esta perdido, porque para mi si? no tiene q ser asi... y decidi apostar, le juegue a la cabeza al colorado. y en vez de la tristeza, el dolor, la bronca, esta vez hablo el corazon, q hasta ese momento pero yo no lo escuchaba, porque no gritaba como los otros sino q hablaba bajito, y entonces le preste atencion a lo q decia, y el corazon nunca se equivoca... entonces lo dije, dos palabras q hacia tiempo no decia "las quiero". pero no tuvieron el efecto q yo pensaba. me parece q no se dijo todo hoy, q hay bronca y resentimientos, pero de otros no mios... igual el tiempo me dara la razon o no, espero equivocarme si pienso q todo se fue a la mierda, y espero acertar si creo q todo se puede arreglar.
un beso guada
esto es lo q senti hoy.
Se pueden perder los caminos, agrandarse las distancias y las ranas criar pelo, pero una amistad es para siempre!
FELIZ DIA, CHANGA! MUCHOS BESOS Y QUE LA PASES RE BIEN! Emiliano
Enregistrer un commentaire