samedi, août 05, 2006

Boys don't (cry) know how to kiss women

Él la eligió a ella.
Yo elegí a aquel.
Aquél eligió a otra.
Ella eligió a otro.
Otro me eligió a mí.
Y otra lo eligió a él.
.
Ella eligió a aquél
y nadie se correspondió.
Por eso se fue de farra
y a un niño al que besó,
no le tomó la mano
y fue otro quien la atrapó.
.
Ella estaba llorando.
Aquél estaba pensando.
Él se quedó tomando.
Yo decidí ir bailando.
Otra se fue a dormir.
Y otro me eligió a mí.

8 commentaires:

Fabián a dit…

Yo iba a hacer un comentario, pero era en otro post.

El Dandy a dit…

Este... no le pasa mi teléfono a aquella? No, a esa no, a la otra.

la Editorial a dit…

El enriedo de siempre.
Y después nos sentimos seguros de que las "cosas pasan por algo"
jejeje...

Che, estás viva? O sos solamente una computadora que escribe?
Ushuaia, baires? baires, ushuaia?
Japón?

pequenia a dit…

no se, a mi me acaban de deselegir...

G. a dit…

Pablo: las mujeres eligen, y "deseligen" (como dice Pequenia); tanto como los hombres lo hacen. La diferencia está en los modos.

Fabian: ¿...?

Dandee: no se preocupe, yo le digo al encargado que le diga a la otra, o a esa, que no le diga que yo le dije que usted me dijo porque si le dice que yo le dije que usted me dijo.... ouch!

Santiago: vaya... Japón, buen destino. Pero no, acabo de llegar a Capital (otra vez). Y te quiero ver.

Prolijo: lo mismo que a Pablo, los modos, los modos.

Pequenia: yo creo que, sin saberlo, somos elegidos y deselegidos todo el tiempo por todo el mundo. Desde el kiosquero que elige atenderte antes (o después) que a otra persona, hasta el chico que elige (o deselige) pasar todo el viaje mirándote a vos o a otra (o dormir). Ser deselegida es un excelente punto de partida para salir a elegir.

ladelmono a dit…

Hermoso relato. Me recordó aquellas noches de parranda en que todo se definía sobre la hora. Charlas técnicas en los baños para ver quién "gussstaba" de quien para que finalmente el que decidiese fuese el alcohol... me emocioné.

G. a dit…

A veces, Mono, me parece que usted ve más allá. O me conoce más.

Espero no aflojarle a la emoción.

Fabián a dit…

Nada, no se haga problemas. Había tantos otros que me engolosiné pero se ve que la sutileza se pasó de sutil, o peor (y más probable), de mersa.
Releyendo ahora, y más despierto, me hizo acordar a esos terribles desencantos infantiles, como cuando pasaba de largo la compañerita que esperabas se sentara a tu lado, o incluso cuando en el pan y queso quedabas último, para el equipo que tenía un jugador menos.

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