El que busca siempre encuentra. Y la idea de encontrar el momento justo es relativamente válida. Ampliamente hablando, arribo a la conclusión de que en oportunidades ínfimas, es prácticamente imposible hallar el momento indicado. Dije ínfimas; teniendo en cuenta que un día se compone exactamente de veinticuatro horas con sesenta minutos cada una [digamos que cinco minutos diarios, o menos, es un tiempo razonable]. El problema surge cuando debemos analizar si ese momento puede ser llamado válidamente el "momento justo".
Entonces, ¿cómo hallar el momento justo?
Resulta extraño y complejo en ocasiones, comprender a quien no sabe o no puede encontrar ese momento indicado; y es ahí cuando nos embriagamos en cuestionamientos un poco insoportables y hasta inmaduros sobre los sentimientos. Nos dejamos llevar por lo primero que se nos viene a la mente y no analizamos en profundidad la situación en búsqueda de un posible porqué a la pregunta.
Es además importante destacar que no es demasiado productivo dejarnos llevar por especulaciones a las que se arriba en el aire; aunque un mínimo porcentaje pueda corresponder a la idea de que aquellos sean validos.
¿Cómo llegar a la especulación más aproximada?.
No voy a responder esa pregunta.
Tengo la idea de que a veces, hay que guardar el orgullo en un bolsillo y sacarse las dudas preguntando a la gente segura. Así, y solo así uno puede juzgar y comprender cuándo es el momento justo, indicado.
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