mardi, novembre 16, 2004

Ton mon magicien, je ta sorcier

[Pour Pepo]

El proceso comienza con el surgimiento de la curiosidad y las ansias por coocer al detalle, las características, las preferencias y pensamientos del otro; seguido [si todo marcha al compás de nuestras expectativas], por un enamoramiento nefasto. Nefasto, sostengo, por que este enamoramiento se trata, nada más y nada menos, que de la idealización exagerada de los detalles del otro que más nos agradan.
Con el tiempo, un poco de parla y escucha, vamos descubriendo que, realmente el otro no está tan lejos de ser una persona como uno, normal. Obviamente esto no quita que el enamoramiento no persista; sino por el contrario, existe y se mantiene, y se hace notar mediante los latidos, las sonrisas, los abrazos y las caricias.
Pero, ¿qué pasa luego?. Luego, cuando la alegríadel enamoramiento se manifiesta con una lágrima; cuando ya no alcanzan las sonrisas, los latidos, los abrazos y las caricias, y no tenemos otra opción, ni podemos controlar esas gotas de amor, lo llamamos magia.
MAGIA, woow!, en otros tiempos pensé que la magia era sólo de los magos y las brujas para aquellos que, con inocentes ánimos de ver cumplidas sus expectativas y deseos, regalan a éstos tiempo y dinero. Hoy puedo afirmar que la magia es más que cosa de magos y brujos,la magia es cosa de gente, la magia es cosa del amor. Y es inexplicable, no hay un estándar ni un principio que prediga causas y consecuencias, sino teorías, solo teorías.

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