mercredi, novembre 03, 2004

Pour appartenir à la foule

Es medio sordo. Un tipo con cara de pato, con los mismos zapatos que lleva el montón; camisa a lunares... mentira, salmón.
Pide comida, no sabe bien qué es. Él sólo se alimenta para poder vivir; mucho no hace, no puede. Por alguna razón genética está un poco lejos [y a la vez no tanto] de la mayoría de las personas. Y llora. Llora de alegría, tal vez en ocasiones de emoción; por que es una persona más, y aunque es distinto, es uno más del montón.
Del montón, y no es panzón. Habla con un tipo avegentado, sin gracia y desganado. Y el tipo de cara de pato no lo escucha, no puede. Y el viejo que cree que aún puede ser revelde, pide un wisky, dos, tres. Camilla, terapia. Y el sordo...
El sordo come y se va.

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