Un beso francés de romance clásico; un beso francés impulsivo, robado; un beso francés en Buenos Aires, o en Ushuaia; un beso francés que descubre el horror del amor; y mata fantasmas que no quieren irse; y recibe otros que van a quedarse. Ese que se pierde en el bosque, y detrás de la oreja de cualquier nube. El que roza los labios y la piel, y fertiliza el territorio haciéndolo suyo. Haciéndolo húmedo.
jeudi, mai 19, 2005
Panchikiosco
¿Nací en una generación de gente idiota o es que soy demasiado idiota para lo que se viene?
Vivimos en un mundo gris, en una nube negra de mierdas, de cosas que pasan en la oscura verdad oculta. Y nadie entiende de nada. Nadie quiere saber nada. A simple vista estamos bien… ¿O es que sólo estamos conformes?.
Creo que esa es la palabra indicada. El conformismo no sólo nos asecha, sino que ya nos ha invadido con sus estrepitosos gritos de desesperación.
La cabeza del tigre rodó cuesta abajo desde mi cama. Un sueño maldito que no te va a dejar en paz, del que no te librás. Y sostené con fuerza tu espada, tu espada de sueños frustrados. Y luchá con ella.
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