vendredi, septembre 15, 2006

Una geisha abotonada hasta la médula

Powered by Castpost

Porque prefiero dormir
pensando en nosotros dos,
que dormir con vos.

Pequeños pies que caminan suave, sobre una mesa angosta y larga. Se desliza con la delicadeza de una dama, de pies descalzos y mirada tibia. Resonante.
Tobillos finos, pero fuertes. Grandiosa base de una estructura tan sexual como naif.
Arriba, unas piernas finísimas. Tan blancas como el reflejo.
Princesa oriental que tiñe mis sueños de rojo. Bella dama desnuda que reflota la pasión de mis fluídos más primordiales. Que canta dulce, entre las flores. Toda ella, que guarda mi olor en sus frascos, y mis besos en sus labios.
Emperatriz de una espalda de piel tibia, donde reposa mi rostro extasiado. Preciosa ninfa de ojos rasgados que abusa de su encanto, y seduce mis más bajos instintos con su suntuosa insinuación.
Renegada diosa que me trae y me lleva, y me devuelve la vida o me la quita. Y muero de placer, y me revuelco, me retuerzo... cual serpiente en la arena. Víctima y victimario en un desierto de piel salvaje y sangre dulce.
Y vuelvo a morir, entre aquellas vasijas que guardan mi olor. Mientras ella, toda ella, me mira recostada con una sonrisa de labios finos y dientes ocultos.

4 commentaires:

LLL a dit…

Me senti identificado con el relato; cuando estuve por oriente. Conoci a una ella toda, que resulto ser menos geisha y un poco mas mujer tambien.

Saludos, desde Barranqueria

mi otro yo a dit…

Me gusto mucho la canción, acompaña de un modo calido al texto.Esta bueno

Saludos!!!

G. a dit…

Guido: en tanto sigas burlándote de mis títulos, voy a emprolijarte un ojo.

LJT: menos mal que era mujer... dicen que en oriente abunda el travestismo. Es como una mafia aparte.

su otro usted: lástima que no hice el tema. Pero si quiere le hago un cover.

Juan Manuel Bruñol Silvani a dit…

Me gusta la parte donde Calamaro dice que prefiere cualquier cosa a dormir con vos.
¿Lo conocés? A Calamaro, digo.

Juan Gris

Page copy protected against web site content infringement by Copyscape