jeudi, mars 30, 2006

Al oscuro...

Una sensación de frustración en el estómago. Unas ganas hediondas de querer vomitar algo que nunca he ingerido.
Me pregunto, ¿cómo sacar del cuerpo algo que entró por el tiempo?... o peor aún, algo que entro por los ojos, los oídos, las manos, la boca.

Si tan solo pudiera…
cerrar los ojos y no ver más,
no sentir más,
no escuchar más,
ni escribir una sola palabra desoladora.

¿cómo es posible que de la cajita de sorpresas haya pasado a la desazón absoluta?,
¿cómo es posible que mi mente vaya más rápido de lo que podría correr en toda mi vida?,
¿cómo puede algo ser tan avasallante?,
¿cuándo podré hacerle un lugar en la cama al desarraigo, con la confianza de que no va a rozarme la pierna con otra intención más que acompañarme?... y abrazarme.
¿cómo es posible que sea quién sabe qué hora de la madrugada y mi cabeza esté a punto de estallar?. Y me levante con tantos cuestionamientos que no llegué siquiera a encender una luz… y escriba desesperada, estirando las letras en la oscuridad absoluta, en la soledad frustrante de la avenida vacía.

Y es que la soledad, la maldita, se hace sentir aún estando rodeado de jocosas personas que no paran de reírse con los chistes más absurdos. Una soledad que se disfraza de amiga, de amor, de acompañante, de madre y de amante. Y se mete en tu piel, en tus poros, en tu sangre. Y te saca el aire al punto en que morir es sólo un defecto absurdo de una producción masiva.
Las figuras no son más que sombras desfiguradas de personas con grandes dientes, que se ríen… y se ríen. Sus bocas se abren tanto que puedo ver sus campanitas, sus esófagos y sus entrañas.
Una boca enorme me come y un pie cae rodando de la cama. Luego un brazo. Y otro. Y de repente uno se derrumba, como un edificio viejo; como un balcón podrido.
Recuerdo: la puta, que vale la pena estar vivo, y me río con desprecio. Odio a esa inútil que soy cuando olvido sonreír, cuando me dejo ser; cuando existo y luego (más luego), pienso. Y odio la carga, el peso de la mochila, la distancia, el resaltador que se queda sin tinta y la ¡PUTA MADRE!.
Duele la histeria. Pesan las piedras cuando uno está tan vulnerable que hasta una pluma sobre los hombros lo tiraría abajo. Cuando los planetas parecen juntarse y todos los problemas, las preocupaciones, las locuras y hasta la molestia más pequeña se te suben encima y te saltan sobre la cabeza. Dele que dele machacarte.
Casi inexplicable. Como una borrachera sin dolor, sin Bailey’s, sin cerveza, sin tequila, sin nada. Como estar ebrio de mierda, ¡y basta!.

De repente, dos manos se juntan. Una niña pregunta cuánto hace que no siente el querer como algo cotidiano. Y se asusta, se mete bajo su frazada rosada y llora la noche por un amor que algunos años más tarde será suyo desinteresadamente. Ella no lo sabe; y es su destino.
Años más tarde llora a otros, a otras, se llora a ella misma. Llora el mundo mientras ve caer las lágrimas sobre sus rodillas, corriendo por sus piernas.
Esta noche hay estrellas; mañana el pasto estará escarchado y esa niña, con sus lágrimas usadas, va a despertar desesperada, pero con la tranquilidad de encontrar el abrazo maternal a un cuarto de distancia, tibio… y cerca.

En esos momentos en que el tiempo parece no avanzar, es cuando me voy achicando hasta hacerme tan chiquita como la cabeza de un alfiler. Y eso soy, un punto indefinido en el universo. Un punto que brilla pero a veces, olvida dejar encendida la luz.

mercredi, mars 29, 2006

Medioevo griego

Dos estrellas se prendieron en sus ojos.
De su boca salía el fuego de un dragón azul.
Sus piernas se estiraron.
Nuestras manos se ataron.
Y como Rapunzel,
mi pelo creció kilómetros en un segundo.
Venus llamó a Zeus.
Zeus sopló...
...y mi pelo lo ahorcó.

mardi, mars 28, 2006

Besos que brillan

Descuento de votos. De fotos.

El hipertexto y su magia se fueron.

¡Descosan ese libro o serán guillotinados!

.

Dulces caballeros de armadura prometen besos sin retorno. El beso de la muerte.
Y si se fijan, a la derecha podrán observar a Hemingway en "París era una fiesta". Alice (creo que se llamaba), fue besada por un caballero de armadura de lata oxidada y murió... murió de amor.

Y como hay amores que matan, besos sin retorno, y óxido en los sesos; también hay luz. Basta con abrir el libro de tapas blandas...

samedi, mars 25, 2006

Bohemian Queen


Scaramouche, scaramouche, will you do the fandango?
Si sonríe, ¡Mamma Mía!
Si se calla, ¡Galileo!
Un planeta de estrellas chiquitísimas se posa sobre tu cabeza, rodeándote, brillando. Girando como luces de música, luces de colores zepia. Que encandilan.
Brillando sonríe, ¡Mamma Mía!
Bohemian canta y mira de reojo.
¡Mamma Mía!
.
[Observez comme surgit la reine de Bohème
qui je porte à l'intérieur]

jeudi, mars 23, 2006

Es fácil

¿Cuánto tiempo hace que no existís?, me pregunto. ¿Cuánto tiempo hace que no sentís ese movimiento involuntario en tus pies?.
.
No te hablo de caminar la mitad de la ciudad en un día; te hablo del mate, del café, la plaza, los rulos llenos de pasto y las migas de galletita encima de la pollera. De eso hablo, ¿entendés?. De las tardes enteras que pasamos rostizándonos a la sombra, de tu risa, de mis locas ideas, de una flor en el pelo, del ventilador amenazando con cortarnos las piernas.
.
¿Cuántas veces pensaste en encontrarla detrás de esa puerta?, me pregunto. ¿Cuántos sueños de algodón malgastaste?
.
Y no quiero que venga a tu cabeza el recuerdo de esa tarde que esperaste. Y esperaste. Y ella nunca llegó. Quiero que recuerdes las estrellas abrazándote, la música gris, los cuentos de Cortázar, la siesta de sol y piernas descruzadas.
.
¿Cuándo fue la última vez que escuchaste esa canción y no lloraste?, me pregunto. ¿Cuándo fue la última vez que te perdiste el final de una película, por hablar con ella?
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Espero que a esta altura no hayas perdido el recuerdo. Espero. Porque si Narcizo estaba tan consumido en su propia personalidad, que se ahogó en su propio llanto; vos podés secarte en tu egoísmo.
.
A las seis de la mañana nace un nuevo sol. Una nueva oportunidad de sonreír al resignar. Una nueva oportunidad de guardar imágenes de oro en tu retina. Una nueva oportunidad de descolgar el teléfono. Una nueva oportunidad para empezar a leer de nuevo ese libro que tiraste abajo de la cama. Una nueva oportunidad de disfrutar el gesto, lo simple. Sin darle más oportunidad a lo complejo, de la preocupación exagerada.
.
Liberate, ¡vamos!... rodá por el pasto cuesta abajo sin preocuparte por las arrugas en tu ropa. Apagá el aparato y descolgá el frío que tenés sobre los hombros. Mojate los pies en el río. No te peines. No te pintes. No te vistas.
.
Fijate lo fácil que es.

mardi, mars 21, 2006

Crying

Dedicado a la memoria de
la última lágrima de Marcos.
...
La gente llora y se abriga. Y el cielo todavía no se cayó.
Una marca de tiza en el suelo, no es más que un indicio de mi niñez.
Polleras al viento, migas en el suelo, caramelos en el pelo, uñas de colores.
Tantas cosas lindas, y la gente llora.
Pero la gente, no siempre llora de dolor.
.
Aunque a veces, si.

dimanche, mars 19, 2006

Adela, no le tires margaritas a los chanchos...

"Cuando la herida no duele, duele la cicatriz"
"Las historias son excrementos del tiempo"
"¿Lo cambio por alguien más astuto, o espero a que crezca?"
"Soy libertina. Para el deseo de mi corazón, el mar es una gota"
"Por tan poco me incendio... soy de pasto, loca, ¡BARROCA!"
.
.
.
.
Amores, desamores. Un amor engañoso. Un amor infiel. Desencantos y encantos. Calas y un vestido de novia.
Requiem Nupcial es como un sopapo seco en la nuca, para cualquier mujer.
Quedé encantada, fastidiada, y pensando: No quiero terminar así. Ese, es el pensamiento más recurrente para las mujeres que vieron la obra.
Experimenté una suerte de collage de imágenes y recuerdos. Y es que esta obra usa como argumento los amores-desamores que tienen, en común, las mujeres. Es por eso que una se siente trágicamente identificada con la protagonista a lo largo de todo su monólogo.

Pero mejor, no cuento más. Vayan a verla y saquen sus propias conclusiones.
Los sábados y domingos en el Centro Cultural Recoleta, a las 21hs.
La entrada es de $5.
+INFO

jeudi, mars 16, 2006

El médico del pincel

Busca la receta,
escoge el ingrediente,
revisa el diagnóstico
y resuelve la ecuación.

Cierra una puerta,
compra un libro viejo.
Lee tres semanas
y resume en una oración.

Baja la escalera,
alisa su vestido,
se arregla un poco el pelo
y tararea una canción.

Juega a que es niña,
se sonrojan sus mejillas.
Toma vino rosado
y enciende el calefón.

Con su mejor cara sale,
la calle bañada en sol.
Cara de Monalisa
que no ingiere almidón.

Ciclo rítmico de la vida de cualquier buen hijo de vecino

A veces, es bueno desprenderse de las cosas del pasado.
A veces, es el pasado nuestro karma.
A veces, es nuestro karma el que no nos deja avanzar.
A veces, no avanzamos porque dejamos que las cosas de la vida nos resulten traumáticas.
Y si nos resultan traumáticas, nos volvemos débiles.
Y si estamos débiles... necesitamos apoyo.
Y sabés que voy a estar.

mercredi, mars 15, 2006

Que llueva

Bronca y desenfreno total salen de una mano de uñas pintadas.
Debajo de las uñas, una luz encandescente ilumina la orilla del lago.
Los árboles entrecruzan sus ramas con movimientos suaves, tántricos.
Descruzo las piernas y siento el calambre absoluto que recorre esos noventa centímetros de piel, como hormigas rojas a punto de picar.
Arde.
Una fogata cerca, arde. Descruzo las piernas y hago círculos con el dedo índice en el pasto.
Un dedo, encuentra a otro, ajeno. Dos manos que se encuentran haciendo círculos de fuego frente al lago.
Las hojas de los árboles aún revolotean con el viento. Besos y caricias, mar y luna.
Bronca y una voz ronca sueltan al aire un grito de letras mezcladas.
La danza empieza.

mardi, mars 14, 2006

Sauce llorón

Un pinito mentolado sacudió el hombro porque el viento le hacía cosquillas. Volteó a ver y no encontró nada. Sacudió un par de hojas y la picazón seguía. Trató de acercarse a otro árbol para pedir ayuda, pero el viento se había quedado dormido detrás de la oreja derecha de la luna. Intentó gritarle a su vecino, pero la sabia de sus venas no llegaban a su copa. Sentía que moría, y su cerebro le informaba las estadísticas de el nivel en que iba dejándolo. Lo invadió una desesperación extrema. Sentía que había llegado a la otra orilla del mundo. Sintió el peso de las nubes en sus hojas y quiso llorar. Y fue su primer lágrima, la que lo alimentó. El agua salada mojó sus pies y su cabeza empezó a despejarse. Lloró la noche entera, como Narcizo lo había hecho en otra ocasión. Sus ramas cayeron hasta besar el río de lágrimas que mojaba sus pies. La picazón cesó, y el sauce... lloró.

dimanche, mars 12, 2006

Barbacoa de amor

Prendete fuego,
quiero ver tu piel derritiéndose sobre los huesos,
quiero oler el áspero de tu pelo quemado.

Prendete fuego,
quiero que las tripas se te revuelvan pensando en una muerte lenta,
que la cara se te estire hasta que no puedas respirar.

Prendete fuego,
quiero reirme cuando se te desprendan las uñas de los pies,
y cada grito desgarrador que te acerque más a la muerte, va a ser un suspiro aliviador. Un segundo menos de dolor.

Prendete fuego,
cuando ardan tus ojos lo último que verás es mi sonrisa,
cuando estallen tus venas voy a limpiarme de los labios tu sangre salpicada.

Prendete fuego,
cuando tus manos sean hueso voy a recoger tus anillos,
y para ese momento, tu corazón ya estará tiernamente cocido.

jeudi, mars 09, 2006

Inocencia


Paseamos por un callejón sin salida. La llevé por calles frías, húmedas. Le lavé la cara en algunos charcos cerca de casa. La senté en un banco de plaza a besarse con otra. Se mezcló, cambió de colores y formas.
Un día, creí que se iba; otro, estaba más presente que nunca. A veces duerme como un ángel y otras revolotea en el aire como una nube de puro cubano. Intoxicada, seca y con sabor a chocolate.
Ahora, me mira sentada en el suelo, con las manos sosteniendo su cara sobre sus piernitas cruzadas.

mercredi, mars 08, 2006

Veinte centavos

Miedos de poliéster, sueños de algodón. Rojo en las mejillas y en los ojos, bermellón.

Su pupila dilatada en una mañana calurosa llamó la atención del portero. Su desencuentro soñado se convirtió en realidad, y la palidez de su cuerpo lo encontró desmayado en el balcón.

Dicen que un ángel lo atrapó en el baño, lo crucificó y le sacó los ojos. Y con su sangre se pintó los labios, y cortó sus piernas y se las comió”.

Como aquella, que cantando a Páez en el baño soñó su muerte no soñada. Como ella, que apretaba fuerte las manos contra su pecho. Ellos, en algo se parecen.
Como un puñado de mi miedo, por veinte centavos.

jeudi, mars 02, 2006

Guardapolvo blanco

La primera vez que lo vi, estaba desenvolviendo un bocadito Holanda en el patio del colegio. Era uno de esos recreos de 1992.
Me miró de reojo, se acercó el dulce a la boca y antes de darle el primer mordizcón, volvió la mirada y me dijo: "¿Querés un pedacito?"- Y ese día, con el moño perfecto en el delantal, con el recreo a medias, fue el día que me enamoré por primera vez.
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